La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) presentó el estudio “La matriz de la desigualdad social en América Latina”* un documento que analiza la desigualdad social que caracteriza a la región a partir de lo que considera sus principales ejes estructurantes, como son el nivel socioeconómico, el género, la condición étnico-racial, la edad y el territorio, y propone ante ello profundizar las estrategias de desarrollo social inclusivo mediante la articulación de políticas económicas, sociales y ambientales.
Según cifras recogidas en este estudio, en 2014 la tasa de pobreza de la población indígena era superior a la de la población no indígena ni afrodescendiente en nueve países con información disponible, con rangos que oscilaban entre 30 puntos porcentuales en Paraguay y Brasil a 2 y 3 puntos en Chile y Uruguay, respectivamente. En tanto, la tasa de pobreza de la población afrodescendiente era más del doble que la de la población no afrodescendiente ni indígena en Brasil y Uruguay y alrededor de 1,5 veces en Ecuador y Perú. Estos son los cuatro países con datos disponibles para esa fecha.
Las brechas de raza o etnia se entrecruzan además con las de género, subraya la CEPAL en este estudio. Tanto en Uruguay como en Brasil, las tasas de desempleo de las jóvenes mujeres afrodescendientes (entre 15 y 29 años) son más del doble que las de los jóvenes no afrodescendientes del sexo masculino, a pesar de que sus niveles de escolaridad son similares.
Asimismo, en los cuatro países para los cuales se dispone información (Brasil, Ecuador, Perú y Uruguay), el aumento de la escolaridad no ha sido suficiente para eliminar las brechas de ingreso marcadas por la dimensión de género y étnico-racial: entre aquellos que tienen escolaridad terciaria, las mujeres indígenas y las afrodescendientes reciben alrededor de la mitad de los ingresos laborales de los hombres no indígenas ni afrodescendientes.
El documento también aborda las desigualdades vinculadas a la infancia, la juventud y la vejez. En este último caso, la brecha en el acceso a pensiones y jubilaciones entre hombres y mujeres es aún significativa a pesar de haberse reducido de 17,1 puntos porcentuales en 1994 a 12,0 puntos porcentuales en 2014, cuando se situó en 63,5% para ellos y 51,5% para ellas, según un promedio simple para 10 países de América Latina. Eso es resultado de desigualdades acumuladas a lo largo del ciclo de vida, en especial las menores oportunidades de acceso de las mujeres a empleos formales y con protección social.
Respecto a la desigualdad territorial, el estudio señala que en cinco países (Panamá, Perú, México, Colombia y Venezuela) la diferencia entre las regiones con mayor y menor tasa de pobreza es superior a 40 puntos porcentuales. Por otra parte, muchos de los territorios con mayores niveles de pobreza y menor nivel de escolaridad registran también altos porcentajes de población indígena o afrodescendiente, lo que evidencia una vez más el entrecruzamiento de las desigualdades.
Para cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que entre otros objetivos busca poner fin a la pobreza y reducir la desigualdad sin dejar a nadie atrás, la CEPAL plantea en este informe ocho recomendaciones específicas, la primera de ellas, implementar políticas económicas, sociales y ambientales articuladas entre sí y enfocadas hacia un cambio estructural progresivo.
Se propone además desarrollar políticas públicas con un enfoque de derechos y una mirada integral, orientarlas hacia un universalismo sensible a las diferencias para romper las barreras de acceso a los servicios sociales y al bienestar que enfrentan las personas que sufren desigualdad y exclusión, sustentarlas en pactos sociales y en una institucionalidad robusta y fortalecer su dimensión territorial, así como recopilar información estadística sistemática sobre las distintas dimensiones de la desigualdad, cautelar el gasto social y reforzar los ingresos tributarios, y transitar de la cultura del privilegio a la cultura de la igualdad.
El estudio La matriz de la desigualdad social en América Latina fue presentado durante la primera reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social, organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) el pasado martes 1 de noviembre.